1 de noviembre de 2011

El origen del gorro Aviador. Charles Lindbergh.

Cada vez va siendo más frecuente, sobre todo en este invierno, abrigarnos con un gorro muy abultado, recubierto en piel de conejo o ecopiel u otros materiales de las mismas características. Son los gorros tipo Aviador.
El origen de estos data aproximadamente en 1927 cuando el norteamericano Charles Lindbergh realizó el primer vuelo en solitario cruzando el Atlántico desde New York hasta París. Otros pilotos habían cruzado el Atlántico antes que él, pero Lindbergh fué el primero en hacerlo solo y sin parar. Evidentemente el gorro aviador de aquella época no era como los que denominamos hoy en día por el mismo nombre.


El vuelo enlazó Nueva York y París, a más de 5.800 km de distancia, ganando con ello el premio Orteig, de 25.000 dólares de la época. La importancia de aquel primer vuelo trasatlántico directo quedó resaltada por los fracasos anteriores de otros famosos aviadores mejor equipados; varios gobiernos reconocieron su mérito con condecoraciones y honores, que completaron el entusiasmo popular despertado por esta figura heroica. Posteriormente, Lindbergh realizó el primer viaje sin escalas entre Washington y México (1927) y exploró las rutas aéreas hacia Asia a través del Pacífico (1931-33). En los años treinta se convirtió en directivo de la compañía aérea Panamerican y participó en las investigaciones científicas del premio Nobel de Medicina Alexis Carrel. El secuestro y asesinato de su hijo en 1932 desató una oleada de indignación popular que llevó al reforzamiento de los poderes del gobierno federal en la lucha contra el crimen.